¿Qué es una Broncoscopía?

Es un procedimiento médico que utiliza un sistema óptico para ver el interior de las vías respiratorias.

El broncoscopio consiste en un tubo largo con una cámara, conectado a un vídeo que permite ir viendo el interior de las vías respiratorias; laringe, tráquea y bronquios.

¿Para qué se indica?

La broncoscopía está indicada como prueba complementaria en el proceso diagnóstico de problemas respiratorios como hemorragias , imágenes radiológicas sospechosas de tumores pulmonares o infecciones, ante la necesidad de tomar una biopsia para estudio histiológico, o algún otro tipo de muestras para realizar estudios especiales.

Además, permite extraer objetos que estén obstruyendo un bronquio, se pueden colocar prótesis o “stent”, (balón o malla de dilatación bronquial), cuando es necesario abrir un bronquio que está cerrado por cicatrización anormal o está siendo oprimido desde fuera por un tumor.
Enfermedades que se pueden detectar:

Se puede evaluar casi cualquier enfermedad en la medicina pulmonar, los síntomas signos y condiciones que más frecuentemente indican el estudio son los siguientes:

- Tos de larga evolución.

- Disfonía (ronquera).

- Neumonías repetitivas.

- Tabaquismo crónico intenso.

- Hemoptisis (sangrado de los pulmones, o flemas con sangre).

- Expectoración purulenta (flemas con pus).

- Anormalidades en la radiografía de los pulmones.

- Sospecha de cáncer en los pulmones.

- Disnea (dificultad para respirar)
- Estadificación preoperatoria del cáncer pulmonar.

- Sibilancias o estridor en el pecho.

- Después de la inhalación de gases tóxicos.

- Traumatismo torácico con sospecha de ruptura de la vía áerea.

- Toma de muestras para estudios microbiológicos en pacientes con infección por VIH.

- Revisión de cánula traqueal permanente o durante ventilación mecánica.

¿Cómo se realiza?

Para la realización de la broncoscopía el paciente puede estar despierto o sedado. Además se le conectará una vía intravenosa y mascarilla facial para la administración de medicación y de oxígeno. El broncoscopio flexible se introduce a las vías aéreas por la nariz o por la boca, tras aplicar anestesia local para reducir las molestias locales (dolor, náuseas y tos) o a través de una sonda (mascarilla laríngea) que conecta con la vía aérea inferior.

Si es necesario utilizar un broncoscopio rígido, se requiere anestesia general.
El broncoscopio rígido se introduce por la boca. En general, no produce dolor o molestias, aunque si se percibe la sensación de tener un objeto en la garganta que provoca la tos, motivo por el que se seda al paciente y se aplica la anestesia local.

La broncoscopía lleva de 15 a 60 minutos de tiempo realizarla, dependiendo de los procedimientos durante la misma como son toma de muestras, biopsias, cauterización de alguna zona sangrante, la extracción de alguna masa u objeto extraño, etc.
Cuidados o medidas antes y después de su realización.

Antes de la realización de la broncoscopía el paciente debe de estar en ayuno desde la noche anterior, sin beber alcohol ni fumar.

La toma de cualquier medicamento debe de ser consultada con el médico.

Tras la realización, y después de unas horas de vigilancia, el paciente generalmente puede desplazarse a su domicilio. Se recomienda no conducir ni realizar actividades de riesgo.

Posterior al procedimiento, puede presentar algo de tos, y expectorar con rastros de sangre que desaparece en unos días.