Procedimiento que se realiza a través de un tubo endoscópico, el cual cuenta con luz y una pequeña cámara en un extremo, denominado colonoscopio.
Es considerado una herramienta vital para detección de diversas patologías, incluyendo las neoplasias.
Los especialistas consideramos diversos síntomas o factores que presenta el paciente para realizar una colonoscopia, como: pérdida de peso, sangrado, dolor abdominal, diarrea crónica, antecedentes de cáncer de colon, estreñimiento y enfermedades inflamatorias como colitis ulcerativa o patologías infecciosas.
Para ser sometido a una colonoscopia, el paciente debe prepararse un día antes, ingiriendo un laxante osmótico, el cual ayuda con la limpieza profunda del colon, presentarse con un ayuno mínimo de 6 horas y ropa cómoda.
Tiene muy alto porcentaje de eficacia en la detección de diversas enfermedades y el margen de error, así como de complicaciones es menor al uno por ciento.
Las enfermedades más frecuentes que encontramos al realizar la colonoscopia son: colon espástico, síndrome de intestino irritable, patologías infecciosas, sangrados, enfermedad diverticular, enfermedad hemorroidal, presencia de pólipos y cáncer colorectal.
El tratamiento de la mayoría de patologías diagnosticadas es farmacológico, sin embargo, en caso de que exista algún tipo de alteración en la pared del colon, podemos resecarla o tratarla vía endoscópica o recurrir a un tratamiento definitivo, como el quirúrgico.